Según un estudio de mercado mencionado en swissinfo.ch, las ventas por catálogo (también conocidas como ventas directas) ha repuntado casi 15% en lo que va del año (al 2022). Aproximadamente, las ventas por catálogo emplean 4 millones de Mexicanos que, en su mayoría son mujeres (según un artículo del economista, el 75% de los vendedores por catálogo son mujeres). 

Estudio de Mercado Ventas por Catalogo

El Covid-19 impulsó las ventas por catálogo

Los factores que más han impulsado la venta por catálogo según esta investigación de mercado, han sido el incremento en la bancarización y las herramientas digitales tanto de pago como de comunicación que fueron impulsadas por la pandemia. Otro factor que impulsó la venta directa o venta por catálogo fue la pérdida de empleos durante la contingencia, algo que impulsó a los mexicanos a buscar otras fuentes de ingresos. Esta oportunidad que abrió la pandemia, fue aprovechada por muchas marcas de ventas por catálogo, como Avon, Natura, Mary Kay o HND. 

Las mujeres fueron las más afectadas con la entrada de la pandemia, ya que con el confinamiento, de la noche a la mañana las mujeres se vieron obligadas a recortar sus horarios laborales para ocuparse del cuidado de sus hijos, y/o adultos mayores. 

El rasgo distintivo de este emprendimiento es la ausencia de un vínculo laboral formal; las asesoras actúan como intermediarias y sus ganancias se basan en el monto de las ventas que efectúen y, en ciertos casos, en la cantidad de colaboradoras que consigan reclutar. En México, estos esquemas de “venta directa” poseen una relevancia significativa entre la población.

De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Venta Directa (AMVD) el sector estrella de las ventas por catálogo es el de belleza, que aportó el 46% del total de las ventas de estas compañías. Y uno de los principales productos que se venden por catálogo son los perfumes, con Jafra encabezando el primer puesto. 

Cómo la bancarización y la tecnología han impulsado las ventas por catálogo

Con el crecimiento de las herramientas digitales, los pagos electrónicos y la llegada de sistemas de envío como Rappi, Didi o Uber, vender por catálogo se volvió más fácil que nunca, impulsando el crecimiento de las ventas directas que incluso habían bajado pre-pandemia. 

Ahora, un ama de casa puede enviar su catálogo digitalmente por Whatsapp, recibir su pago por transferencia electrónica a su banco tradicional o directo a una cuenta bancaria de las tantas ofertas que existen como Nu, Fondeadora o Albo y por último, enviar sus productos fácilmente mediante una aplicación de envíos como Rappi o Uber. 

Nuevas políticas fiscales podrían afectan a este sector

La propuesta del gobierno federal de gravar con el Impuesto Sobre la Renta (ISR) estas actividades hizo visible la situación de este sector en el que, en su mayoría, laboran mujeres y sus ingresos son un complemento en el hogar, en el mejor de los casos. La otra cara de la moneda es que sus ventas son el único recurso para sus familias.

“Perciben un ingreso que si bien, puede parecer pequeño, en realidad es muy significativo para un nivel socioeconómico que es de los más vulnerables en México. Usualmente las señoras que se dedican a la promoción de productos por catálogo son de nivel socioeconómico bajo y muy bajo. Este ingreso que ellas reciben semanalmente es muy significativo y hace una gran diferencia en el hogar”, comenta Carlo Ledezma, presidente de la Asociación Mexicana de Ventas Directas en entrevista con El Economista.

Afortunadamente, hasta el momento de éste artículo, la retención del ISR a vendedoras por catálogo no entrará en vigor. 

La venta por catálogo es una actividad económica que apoya a las mujeres.

La venta por catálogo en México comenzó con importadoras y mayoristas vendiendo directamente a los consumidores en el siglo XX. Empresas estadounidenses como Sears Roebuck y Montgomery Ward introdujeron esta práctica en la década de 1920, pero no fue hasta los años 50 que tuvo un impacto significativo en el comercio mexicano. Durante este tiempo, éstas empresas lideraron la industria, ofreciendo una amplia gama de productos y convirtiendo la venta por catálogo en una forma popular de compra para los mexicanos.

La necesidad de obtener ingresos extras y la crisis sanitaria de Covid-19 impulsaron a las mujeres mexicanas a vender por catálogo. Ahora que la economía se ha reactivado, la venta por catálogo permanece y las mujeres combinan trabajo independiente con uno en relación de dependencia. De hecho, según El Economista, 1 de cada 3 mujeres en latinoamérica combina su trabajo independiente con uno en relación de dependencia.

Según una encuesta realizada a más de 1,500 mujeres en un estudio de mercado hecho durante la pandemia, el 57% de las mujeres emprendedoras en México pertenecen a la clase media y sólamente el 31% a la clase baja/media-baja. Por último, un 30% de éstas mujeres son el principal sostén del hogar y 34% realiza venta directa o por catálogo. 

Via:

Ximple.co